Expo Cultura

14-09-2023

Exposiciones, Museos

EXPOSICIÓN │ Cultura y cambio tecnológico: patrimonio UPV

Del 20 de septiembre al 27 de octubre de 2023

Espacio N-1, Biblioteca General UPV (edificio 4L, planta baja)

Folleto_exposicion.pdf

El Área de Fondo de Arte y Patrimonio de la UPV proyecta esta exposición con el objetivo de valorizar los fondos que integran sus colecciones y explorar nuevas aproximaciones y lecturas para establecer diálogos convergentes en torno al arte, la ciencia y la tecnología.

El gran impacto de la ciencia y la tecnología en la cultura y la sociedad es indudable y se viene produciendo desde los inicios de la humanidad, con la invención de los instrumentos más sencillos hasta las tecnologías más complejas y modernas. Como resultado del aprovechamiento práctico del conocimiento científico a lo largo de la historia, el hilo argumental de la exposición se sirve del diverso patrimonio histórico-artístico y científico-tecnológico que alberga la Universitat Politècnica de València (UPV) para identificar los instrumentos tecnológicos más significativos y reflexionar acerca de los conflictos generados por el avance científico en relación con el individuo social y el fenómeno de globalización.

La creación artística, en su afán por buscar la belleza y la representación idealizada, se ha inspirado a menudo en las matemáticas para establecer composiciones equilibradas y armónicas. A su vez, la propia naturaleza, donde residen patrones organizativos que responden a disposiciones o cánones geométricos, ha revelado leyes y modelos para el progreso artístico, científico y tecnológico.

El ritmo generado por elementos naturales en forma de esferas y otros sólidos de revolución, ondas, polígonos, hélices y espirales, catenarias o fractales, responde a un motivo nada azaroso. Su belleza es esencialmente funcional, de modo que las ordenaciones naturales están diseñadas, entre otras misiones, para proteger, envolver, agarrar, emitir, desplazarse o colonizar. En el arte, estas morfologías y conceptos han valido como fuentes inspiradoras, bajo la creencia de que la naturaleza matematizada encierra la proporción perfecta; otras veces, la obra artística ha contravenido la pauta lógica y, desafiante, ha dispuesto figuras imposibles y entelequias.

La sucesión de Fibonacci, la proporción áurea o el canon de Policleto ayudan a entender las obras de los más importantes artistas y arquitectos de la historia, pero de igual forma, otras muchas funciones y ecuaciones matemáticas, explican ciertos estados de la biología y la botánica, el movimiento astral, la organización del universo según relaciones numéricas, el ordenamiento de los sistemas cuánticos o, incluso, la condición de otras realidades vinculadas con la economía y las relaciones sociales.

Siguiendo razonamientos lógicos, aprovechando el conocimiento científico y ordenando aplicaciones efectivas sobre la investigación fundamental, la ciencia aplicada fue viabilizando el desarrollo de la tecnología. Los avances en todos los campos activaron los procesos de globalización que permitieron la interacción entre los pueblos, los mercados y las culturas.

El surgimiento de las rutas comerciales y las potencias navales, especialmente durante los siglos XVI y XVII, favoreció el intercambio mercantil, la conexión cultural y el choque de civilizaciones. Y más tarde, la imparable interferencia ecuménica trajo consigo la construcción intensiva de infraestructuras para la globalización, la aparición de las grandes ciudades y de los medios y caminos que posibilitaron su comunicación.

La transformación topográfica del mundo por parte de la sociedad tecnificada ha acabado por generar espacios de precisa convivencia, donde los paisajes naturales están abocados a ceder terreno para entenderse, dialogar y convivir con las estructuras humanas que, como una red de conurbaciones, se extienden de una manera integral y conectiva para proporcionar diferentes escenarios posibles.

El aceleramiento tecnológico permitió el desarrollo de las comunidades globalizadas, que reafirmaron su progreso y conexión gracias a la implantación social de dispositivos comunicativos y operacionales. El flujo de las señales eléctricas y electromagnéticas posibilitó la invención del telégrafo, la radio o la telefonía, que se convirtieron en medios imprescindibles, tanto para la transmisión unidireccional como para la comunicación de masas. A su vez, los ordenadores, con su módulo de procesamiento conformado por unidades de aritmética lógica y de control, facilitaron el tratamiento de información y posibilitaron, más tarde, el acceso masivo a los servicios y protocolos de internet.

La sociedad capitalista, con un considerable desarrollo productivo y un consumo importante de bienes y servicios, posibilitó al acceso popular a estos dispositivos y a otras realidades como el cine, la televisión, los contenidos multimedia y los servicios de red social. Pero esta prosperidad del mundo acelerado, que empaña a menudo las estructuras tradicionales e identitarias y forja procesos contradictorios, acaba por modificar los modelos de comportamiento humano y genera nuevos retos en relación con las interacciones personales y con el entorno.

La nueva manera de entender la socialización puede acabar generando complejos deshumanizadores y el aislamiento del individuo frente a la colectividad, mientras que la obsolescencia tecnológica y el abandono de espacios y edificios por el fin de su vida útil o productiva origina una importante huella ambiental. Por esto, el desarrollo contemporáneo, la ciencia, el arte y la tecnología, deben redirigir sus propósitos para el progreso sostenible y la adaptabilidad, cimentado en la esperanza que emerge de la cooperación y las alianzas para una evolución consciente y responsable.